Los Delegados por la Comunicación de las Conferencias se encontraron con el equipo de la Curia

El 30 de abril de 1556, el jesuita Gasper Caleza, en misión por Abisinia, envió una carta a Ignacio de Loyola describiendo las necesidades de la misión. En esa carta abogaba por la obtención de una imprenta para ayudar en la labor misionera de la Compañía de Jesús. Aunque tal proyecto requeriría grandes gastos y coordinación para obtener y enviar el equipo, tanto Caleza como Ignacio comprendieron los enormes beneficios potenciales de una imprenta para comunicar el mensaje de los Evangelios en las obras de la Compañía. Pocos meses después, la primera imprenta de la India se instaló en el Colegio San Pablo de Goa.

Desde sus primeros días, la Compañía de Jesús ha valorado el poder de las comunicaciones en la misión. La comunicación bien hecha actúa como un “multiplicador de fuerza” para todas las obras de la Compañía. Cuando los apostolados aportan esperanza e inspiración, la comunicación difunde esa esperanza e inspiración por todo el mundo. Con esta convicción, la Curia General de la Compañía en Roma acogió una reunión mundial de Delegados de Comunicación del 24 al 27 de junio. Un representante de cada una de las seis Conferencias se unió al equipo de comunicaciones de la Curia General durante cuatro días de conversación, formación y discernimiento. Abarcando temas como las mejores prácticas en los medios sociales, la promoción de vocaciones o la comunicación con empatía y compasión, la reunión también creó oportunidades para que las Conferencias se imaginaran trabajando en proyectos con el Vaticano, la Curia y sus hermanos y hermanas de otras regiones.

Uno de los momentos destacados de la reunión fue la visita del Dr. Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la comunicación del Vaticano, que entabló con el grupo un diálogo sobre el apostolado de la comunicación en el mundo moderno. Con el dicasterio encabezando el Jubileo de la Iglesia de 2025, que comenzará en poco menos de seis meses, el Dr. Ruffini expuso una visión para llegar a las generaciones más jóvenes. Aunque se mostró apasionado por continuar la reforma del dicasterio para utilizar cada vez más las herramientas del mundo digital, también hizo un llamamiento a los comunicadores reunidos para que utilicen las comunicaciones digitales para impulsar “encuentros en el mundo real, entre personas que buscan comunidad, algo que sólo es posible con encuentros cara a cara”.

Para finalizar la reunión, los delegados presentaron los frutos de su discernimiento al P. General Arturo Sosa, quien a continuación ofreció sus propias reflexiones sobre el apostolado de la comunicación, comenzando con: “Desde los comienzos de la Compañía de Jesús, la comunicación ha sido parte del trabajo. No algo adicional al apostolado, sino PARTE del apostolado.” Recordando la historia de las comunicaciones en la Compañía, el P. Sosa señaló la naturaleza vital de la comunicación que no sólo puede difundir las actividades de las obras de la Compañía, sino también llevar esperanza. “No importa el país de origen, hoy es fácil perder la esperanza. La mayor misión de las comunicaciones es llevar esperanza a la gente que la ha perdido.”

Los delegados regresan ahora a sus regiones con la esperanza de proyectos de colaboración, discernimiento en comunidad y un apostolado de las comunicaciones muy en la línea de aquella primera imprenta para la misión.